PT 2021 / Lookbook

PRODUCCIONES TEMPORALES DE BÁSICOS QUE ACOMPAÑAN NUESTROS ESTADOS DE ANIMO EN MÚLTIPLES CONTEXTOS DE MANERA TRANSVERSAL. CON DISEÑO Y MANUFACTURA DE ALTA CALIDAD, PRODUCIDA POR NEGOCIOS LOCALES EN CHILE, DIFERENTES PRODUCTOS AGRUPADOS EN EL MISMO ESPACIO CONCEPTUAL, CON UNA DIRECCIÓN DE TRABAJO SOBRE LA IDEA DEL USO DIARIO Y EL APOYO A ECONOMÍAS DE BASE, MEDIANOS Y PEQUEÑOS NEGOCIOS.

Cuando no hay recursos en los territorios, el limpiar es el mayor signo de cuidado. Lo bello es lo limpio y no se llenan todos los espacios. No podría ser de otra forma para mi, siempre me enseñaron a hacer más del menos. Y le tengo cariño a esas enseñanzas, es como se educa en Chile (en el Chile de verdad). Es por esto que la construcción de una estética pulcra en mi trabajo viene de una búsqueda de autenticidad, y también de auto validación de mi forma particular de ver y sentir el mundo. Ahí es cuando el “menos es más” cobra sentido, porque he tenido que hacer más con menos toda una vida, y se ha ido transformado en una de las características más relevantes y reconocibles de mi quehacer. Palabras de Jazmín Cortés

Al pensar en indumentaria y moda siempre se piensa prejuiciosamente en la frivolidad que los medios y la industria se han encargado de mostrar. En un contexto de pandemia y post 18 de octubre es imprescindible repensar el modelo que se nos impuso a mediados de los ‘80s y hacer una revisión exhaustiva del cómo se producía y consumía la indumentaria en Latinoamérica, precisamente en Chile, un país productor de paños, telas de lana y algodón, que a fines de los años ‘60s abastecía el 95% de la demanda nacional y existía una industria que impulsaba veía luces en el desarrollo local. A partir del golpe y las nuevas políticas liberales, las gestiones proteccionistas que habían impulsado a Chile como un gran productor textil se vieron en conflicto con la competencia en un mercado global y con ello la posibilidad de desarrollo nacional otorgándole valor a materias primas locales.

Hoy en día existen reminiscencias de un pasado que arrastramos y nos obliga a hilvanar futuros prósperos por lo que la dignidad remite a pensar todas las dimensiones humanas, donde existen necesidades identitarias, de pertenecer, de expresión y protección. La indumentaria la pienso como una segunda piel, una extensión más de nuestro cuerpo en relación con el espacio, donde el desvestir implica siempre desnudar y despojar un cuerpo de toda carga cultural. Palabras de Alicia Arriado